Es bien cierto que no siempre llueve a gusto de todos. Y lo digo porque cuando hice esta tarta para una cena con invitados se hicieron dos bandos: o les encantó o no les gustó nada. No hubo término medio. A los partidarios del NO (que hay que reconocer que era una minoría) les echó atrás el sabor a miel. Y a los partidarios del SI (una apabullante mayoría), el punto de miel les pareció lo más.
Así que ya sabéis, si os gustan las tartas de queso y odiáis la miel (pa mataros, vaya!), esta no es vuestra tarta. Pero si os pirran las tartas de queso y la miel ¡no podréis comer un solo trozo! No pararéis hasta dejar las migas … de las que también daréis buena cuenta (uff, hasta algún lametón se llevará el plato ;P )
Si es que lo tiene todo, es fácil, muy fácil y riquísima.
TARTA DE MASCARPONE, ROMERO Y MIEL
- 3 huevos M
- 200 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
- 200 gr de queso Mascarpone
- 100 gr de mantequilla
- 100 gr de galletas integrales con trocitos de frutos rojos (en la receta original eran de mantequilla)
- 60 gr de miel de romero (en la receta original era miel infusionada, pero me ahorré el paso)
- El zumo de 1/2 limón
- Una pizca de sal
- Unas ramitas de romero
Precalentamos el horno a 180º. Mientras se calienta, reducimos a polvo las galletas y las mezclamos con la mantequilla que deberá estar bastante blandita. Repartimos la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 18/20 cms. Refrigerar en la nevera un rato.
Mezclamos los huevos, la miel, el queso cremoso, el mascarpone, el zumo de limón y la sal. Volcamos la mezcla sobre el fondo de galletas con mantequilla y horneamos durante 45-55 minutos.
Sacamos la tarta del horno y pasamos un cuchillo alrededor para desengancharla del molde. Así evitamos la tensión en la tarta y que se nos resquebraje. Dejamos enfriar completamente antes de desmoldar.
Para servir, cubrimos con miel y decoramos con una ramita de romero.
La receta original es del blog Mi mundo dulce.