Uno de mis (muchos) puntos débiles es el té. Me encanta el breakfast, el chai, el té de jazmín … Y este último al ser tan aromático y con un toque tan sutil a jazmín me pareció muy apropiado para utilizarlo como ingrediente principal en un helado. Nada más fácil: con una base clásica de crema inglesa y nata obtenemos un helado suave y original apto para todos los paladares pero sobretodo para los amantes del té.
El contrapunto crujiente a la cremosidad del helado lo conseguimos con unas galletas típicas del carnaval italiano: los crostoli. El nombre varía en función de la zona de Italia (frappe, chiacchiere, bugie, intrigoni …) pero el dulce es básicamente el mismo: una fina masa de harina, huevos y mantequilla cortada en pequeñas porciones, frita en aceite y cubierta de una generosa capa de azúcar glasé. Cambié algunas cosillas: anís en lugar de grappa y para armonizar mejor con el helado mezclé con el azúcar glasé hojas de té trituradas.
Como ya sabéis, colaboro en la revista digital El toque blanche y éste helado es mi aportación del mes de septiembre. Se han publicado dos revistas: la de junio y la de septiembre y son muy interesantes ya que además de recetas se pueden encontrar consejos y artículos gastronómicos. Además, hasta han convocado un concurso de fotografía gastronómica!!!
HELADO DE TÉ DE JAZMÍN CON CROSTOLI
Para el té de jazmín
- 150 ml de leche
- 150 ml de nata
- 3 yemas
- 60 grs de azúcar moreno
- 8 grs de té verde de jazmín
Mezclar la leche con la nata y poner a calentar en un cazo sin que llegue a hervir. Retirar, añadir el té y dejar infusionar durante 30 minutos. Colar y reservar.
Mientras batir las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y añadir poco a poco y sin dejar de mezclar la infusión de nata y leche. Llevar al fuego y cocer muy lentamente sin dejar de remover hasta que empiece a hervir y espesar. Retirar del fuego y atemperar.
Colocar el compuesto en la nevera durante 1 hora, cubierto con papel film. Para evitar que haga costra el plástico deberá estar en contacto con la crema.
Pasado este tiempo verter en la heladera y mantecar durante 50 minutos (seguir las instrucciones del fabricante). Si no tenéis heladera, se pone el recipiente en el congelador y se mezcla cada 40 minutos hasta que el helado tenga la consistencia deseada. Y ya está listo para consumir.
Para los crostoli
- 150 grs de harina
- 35 grs de mantequilla
- 35 grs de azúcar
- 1 huevo
- 2 cucharadas de anís
- Ralladura de limón
- Aceite de oliva suave o de girasol (para freir)
- Azúcar glasé y hojas de té trituradas
Poner el un bol grande la harina tamizada, la ralladura de limón, el azúcar, la sal, la mantequilla a punto pomada, el anís y el huevo. Mezclar bien con las manos hasta obtener una masa compacta y maleable.
Formar una bola, tapar con papel film y dejar reposar en la nevera durante 1 hora.
Espolvorear la superficie de trabajo con un poco de harina y estirar la masa bien fina con ayuda de un rodillo. Cortar en rectángulos y freír en abundante aceite caliente.
Dejar escurrir sobre un papel de cocina y espolvorear con la mezcla de azúcar glasé y hojas de té trituradas.