Hace unos meses publiqué una entrada por el nacimiento de Óscar, un bebé precioso a quien todos, sobretodo su hermanita Martina, esperábamos con mucha ilusión. Pués bien, a la mamá de Óscar le gustaron tanto las galletas que le hice en aquella ocasión que ha confiado en mi para  el bautizo de su hijo.

Así que me puse manos a la obra con mi encargo de galletas, nada complicado ya que Gemma (la mami de Óscar) tenía muy claro que el modelo a seguir era el del body con el nombre del niño.

La masa que utilicé es la de siempre.  Resulta gustosa, se hornea con gran facilidad y dura tiempo si se protege bien del aire.

GALLETAS DE VAINILLA

• 500 grs harina todo uso
• 250 grs mantequilla en textura pomada (blandita)
• 120 grs azúcar glas tamizado
• 10 cucharadas (70 ml) de leche
• Esencia de vainilla

Para decorar

• Fondant azul bebé
• Glasa blanca para adornar

Precalentar el horno a 180º.

Extender sobre la mesa la harina y el azúcar glas. Formar un volcán y en el centro poner la mantequilla, la leche y la esencia de vainilla.

Con los dedos ir uniendo todos los ingredientes hasta que la masa sea homogénea. Dejar reposar en la nevera entre 30 minutos y 1 hora.

Estirar la masa del grosor deseado. Para esto se puede utilizar un rodillo con marcadores incorporados, o como en mi caso un rodillo liso con unos marcadores independientes que se ponen a los lados de la masa. Otro truco es comprar un par de tablillas iguales para poner a los lados de la masa. El resultado final es el mismo: al pasar el rodillo por encima, las tablillas marcarán la medida y la masa quedará de igual grosor.

Cortar la masa con los cortadores elegidos, cubrir con azúcar y llevar al congelador durante unos minutos para que la masa se endurezca y no se deforme al entrar en el horno.

Hornear a 180º unos 15/20 minutos.

Dejar 5 minutos en la bandeja y pasar a una rejilla hasta que estén completamente frías.

Para decorar, el sistema es el de siempre: espolvorear la superficie de trabajo con azúcar glas, extender el fondant con el rodillo y cortar utilizando el molde de la galleta. El fondant se engancha a la galleta con un pincelito humedecido en agua (muy, muy escurrido) o con glasa. Hay quién me ha aconsejado también leche condensada, no he probado pero suena muy bien.

Los adornos del body son de glasa. Y para el nombre, utilizo un marcador con letras intercambiables.

Aprovechando que era el cumpleaños de Martina, le hice una galleta para adornar su regalo. Le gustó tanto  que vino a pedirme más. Así que tengo una “clienta” satisfecha a la que debo galletas.

Gracias Gemma por haber confiado en mí. Hacer las galletas para el pequeño Óscar ha sido un placer.